Bajos y contrabajos...

Mi vida llena y mi alma vacía,
Yo soy el público y el único actor

Eso cantaba ayer Quique empalmando la canción de Alarma con Cuando éramos reyes…
De negro, todo de negro, pensé que si en vez esas botas ya gastadas que acostumbra a llevar se pusiera unas converse podría pasar por un moderno más… En el fondo es un moderno, el detalle del cinturón de cebra lo demuestra…
El viernes iban con camisa roja él y Jacob, ayer los dos camisa negra… casualidad…
Creo, por el setlist, que ayer debió ser mejor que el viernes, Quique al principio del concierto nos agradecía la “solidaridad” a las 300 personas que tuvimos a bien cambiar el día del concierto, y deseaba estar a la altura del día anterior… Seguro que si lo hizo…, pero como lo voy a saber, ya no solo por que no estuviera allí el viernes, si no por que nunca soy objetiva con él.



Pero es que el concierto de ayer no tuvo ninguna pega, es que ni siquiera apareció el típico ser que te molesta (que yo soy un imán para ese tipo de gente, y ayer no…), solo el de delante que no paraba, cámara arriba, llamadita de móvil, venga la cámara otra vez…. Te dan ganas de soltarle “tio disfruta del concierto y deja ya de verlo a través de la pantallita de la cámara y baja los brazos, gañan!!!”
La verdad es que muy bien, de diez para arriba…(vale, acabo de recordarlo, no del todo bien, ya vale de leivas!!! Como puedes llevar a unas partes de la gira a Carlos Raya y aquí te traes al leiva y al hermano… y encima dos canciones, majo yo creo que con una tendríamos más que suficiente!!! Si hay algo que no soporto de Quique son sus amistades musicales…, algunas, claro…, léase pereza y demás gallegos…)

Creo que el año que viene habrá nuevo disco y eso significa que será un gran año… Entrevistas, conciertos, presentaciones, espero que no se haga mucho de rogar, aunque la verdad es que imagino que hasta la segunda mitad del año (por septiembre o más) no habrá nada…
Preparaos, mudaros de ciudad o de país si no me queréis soportar, es lo que hay…



Y poco más que contar, las niñas me crecen bien pero andan algo cabreadas, resulta que he sido una mala madre, además de mala hija… Pero aunque la “abuela” de las nenas ya se le ha pasado (la costumbre…), Alazne lleva un cabreo que no es normal… Y por mucho que la diga que cuando estoy fuera hablo mucho de ellas, y enseño mil veces sus fotos, aún así no me perdona y sigue mirándome mal…
La prometería que no va a volver a suceder, pero ¿¿¿a quien quiero engañar si ya se que la cabra siempre tira al monte???

Y en nada estamos cerrando un año y abriendo otro…
Que estrés, ¿no?