El año que acaba.

Mi año se acaba en septiembre, comienza el nuevo “curso escolar”, refresca el tiempo, empieza a acercarse velozmente mi cumpleaños…

Este año, que se acaba, se lleva el año de los premios en cuanto a cambios.
Muchas veces pasa con los cambios: terminan por convertirse en una revolucion.

Y este blog no da para más, ha caido con esta revolución, hace un año insospechada.

Estreno ático duplex con maravillosa terraza.
Estreno nuevos gustos musicales, (deseando estoy de coger ya manía a un grupo que está empezando a destrozar los cimientos de mis preferencias musicales).
Y estrenaré blog cuando tenga tiempo para hacerlo, cuando deje de cocinar para los invitados, cuando las niñas estén más calmadas, cuando mi armario esté completo y mis cojines se hayan empezado a coser...

Volveré, e imagino que será bastante ponto.

Hasta siempre