16 agosto 2007

Que pereza da volver...

Ya he vuelto…



Y no se por donde empezar, si por el principio o por el final…
Supongo que lo que más a mano tengo en mi cabeza es el día de ayer.
Después de una noche movidita, donde una chica rubia obesa australiana que dormía en nuestra habitación se emborrachara con un par de chupitos de cointreau nos diera la noche roncando como un gorrino, cayéndose de la cama, dándose un golpe contra el cubo de basura metálico, tras discutir con las amigas “menos drinking y mas sleeping”…, un show, un motín en la habitación que se saldó con las dos de las cuatro amigas roncando como… (es que no se ni que tipo de ser o cosa puede hacer ese ruido a excepción de esos dos bichos australianos), las otras dos mosqueadas con el resto de la habitación, repartiéndonos tapones de los oídos a nosotras y a las otras dos compañeras de habita, con la rubia en el suelo, semiinconsciente… Ya pasado el motín y viendo que aquello o acaba en tragedia decidimos callarnos todas menos aquellos dos seres inmundos…, y llego el “macho” de la habitación, por que teníamos también un compañero, y se desnudó (se quedó en calzoncillos, con estampado de bicicletas como pudimos observar ya en la mañana) se tumbó en la cama. Su cama se encontraba a la cabeza de la mía y lo “fisgué” todo.
Él, se metió en la cama, se quedó bastantes extrañado por el insoportable bufido de aquellas dos bestias humanas (¿o quería decir bestias con forma humana?). Se levantó para ver. Y entonces se percató de lo que a su entrada, por la oscuridad, a la que el resto de la habitación ya estábamos acostumbradas, no había visto. Una mujer de unos 25-30 años, rubia, australiana de cerca de 200 kilos (no exagero, es la verdad, no es que la este insultando, es que la imagen resultaba más dantesca, vaya por delante que yo delgada no estoy…) estaba tumbada en el suelo (menos mal que vestida) roncando como un gorrino. En la cama de su lado, otra australiana, esta morena de mayor peso que la otra dormía espanzarrada con un no menos molesto ronquido (al menos esta no estaba borracha como una cuba). Debió quedar alucinado, volvió a la cama y de su pantalón saco un mechero, la iluminó un par de veces (imagino que querría asegurarse que no era una alucinación), se estuvo bastante rato riendo, volvió a su cama, vio que en la de al lado no había nadie, cogió su almohada y se la puso encima al gorrino-rubio, mientras las amigas que conmigo si se encararon, hacían mutis por el foro (y pondría mi mano en el fuego diciendo que estaban despiertas), yo en aquellos momentos rezaba por que el chico se sentara encima de la almohada hasta hacer callar aquel repugnante sonido, lo cual sabia que no iba a pasar.
Yo que no quería meterme en más líos esa noche me quede en mi cama callada, tramando posibles venganzas (que no he cumplido, para la noche de hoy que era nuestra última noche), aunque lo que deseaba era levantarme y tomar un documento grafico de todo aquello, para que de verdad os lo creyerais. Lamentable espectáculo.
Ni que decir tiene que la rubia ni se enteró de nada, pero que se lo debieron contar, y que aunque tampoco había bebido mucho, se debió pasar el miércoles entero en cama…
Y a la hora de la cena, casualidades de la vida, en la mesa de nuestro lado se pusieron, también es verdad que no quedaba ninguna mas libre… Y encima nos miran mal…
Esta mañana al irnos nos ha dicho “goodbye” con recochineo la amiga repartidora de tapones…, no lo he entendido muy bien, y de no ser por que yo si soy una persona educada y respeto las horas de sueño de los demás (obviamente de ellas no, pero de los otros tres, el mismo chico y otras dos chicas, nos tememos que las anteriores compis salieron despavoridas de aquella habitación, la de encima de Marta estaba contenta también ese día, si hubiéramos hablado el mismo idioma quizás hubiéramos podido sacarla al pasillo a que durmiera su borrachera alli) hubiera cogido el cubo de basura y hubiera hecho ruido hasta despertar a aquellos bichos.
Asi que amiguitos, os doy un consejo, no olvidéis la bocina cuando vayáis a dormir en habitaciones compartidas. Os será útil.

Cambiando de tema, radicalmente, ni que decir tiene que Alemania es lo que tiene, te impresiona.




Campo de concentración de Sachsenhausen

Esta noche en Berlín caía la lluvia...
Yo sin poder dormir, con mucho calor.
Solo podía pensar como, no hace tantos años, en ese lugar había personas con esa misma lluvia empapándoles durante horas sus cuerpos...
Podría decir que me hago una idea de lo que fue aquello, pero mentiría, debió ser mil veces peor.
También para ellas, las del burdel de al lado de la sala de autopsias, hoy en día sigue siendo mil veces peor (prisioneras, vejadas, maltratadas, y como no, olvidadas por la historia…).

2 comentarios:

Blogger Unknown ha dicho...

Vi Dachau en Munchen hace 3 años. Me sobrecogió.

Nunca comparto habitación con extraños.

20 agosto, 2007 21:45  
Blogger miracle ha dicho...

Yo sigo impresionada, mañana hace una semana de la visita al campo y me acuerdo de ello cada momento..., ya me dijeron que no fuese...
Pero había que ir...

Bueno compartir habitación con extraños tiene su aquel... (si una es pobre y va de mochilera y tiene que decir estas cosas :P)

21 agosto, 2007 17:24  

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