El futuro no es de nadie

Llevo un par de semanas con un asunto que va y que viene…

Realmente no me he dado cuenta del asunto que me quitaba la respiración y que me mareaba hasta hace un par de días…

Ahora con estas a mi...; yo y mi indecisión (lease: yo y mi mierda de incapacidad para decidir nada...)…

No estoy para nadie estos días, solo para mi…
Me necesito.

Bueno ellas también, que debido a mis promesas incumplidas la pobre se quedó con toda una desilusión….



Menos mal que he acabado el conjuntito y ha sido la primera en estrenarlo, hoy me quiere un poco más.



Y por si fuera poco al final la bola de Cacharrito se me ha perdido y he tenido que buscar apaños…



Y lo peor de todo, es verdad, David se va...

Digo yo…

Semáforos en rojos; tanatorios peligrosos (no quiero estar tan cerca de mi propia carne muerta); taxistas con tijeras; tijeretas y bukakes varios; me gusta la electrónica y voy a pasar los próximos fines de semana en casa y solo salir el domingo a las goas; Murcia roba agua por que la necesitan para lavarse al final del día después de una dura jornada pitufeando; es ahí, en la nocturnidad, donde los murcianos visten faldas y dejan aparcado el pachorrismo por la celeridad.

Todo esto y mucho más he aprendido rodeada de un mundo de sostenibilidad…

Y me he llevado una chapa de estos dos de recuerdo…, que mala es la transversalidad, una espera que Ana escupa o abofetee a Enrique a cada segundo.